Todos sabemos que las inversiones inmobiliarias son las más seguras que hay, que las personas más ricas del mundo invierten en estas y que todos quisiéramos estar invirtiendo nuestro dinero en esto.
Hoy te voy a contar 2 versiones de una misma historia donde la única diferencia fue elegir bien la empresa que coordino el proyecto.
La historia ideal
Es la historia de Carlos, él es una persona que ha tenido éxito en su negocio, y decidió invertir en inmuebles.
Consiguió un predio en esquina, lo cual facilita mucho el acceso de vehículos para estacionamiento, con un uso de suelo que le permitía construir 4 niveles.
Busco asesoría con un arquitecto, vio que era viable, sacaron su propuesta de inversión y se lanzó con todo lo que tenía de ahorros a desarrollar su primer proyecto inmobiliario.
Hicieron un proyecto arquitectónico y un proyecto estructural, el más eficiente para ese diseño.
Empezaron la obra, al principio desesperante por la cantidad de dinero que se va en cimentaciones, pero emocionado viendo el avance.
El constructor le hizo un plan para que pueda capitalizarse antes de que termine el edificio, construyendo áreas comunes primero y departamentos al final.
Así podría recuperar dinero entregando departamentos, aunque no estén todos al 100 %.
Se manejó avances de obra, como toda obra, hubo algunos imprevistos, pero se detectaron a tiempo gracias al control de obra y se corrigieron para mantener el costo original.
En el proceso de obra se apartaron los primeros 2 departamentos.
Y cerca de terminar se apartaron otros 2 departamentos, con esos anticipos se logró terminar al 100 % el proyecto de inversión y a los pocos meses se había vendido todo.
Carlos aumentó en un 40 % su capital y ya está buscando el siguiente proyecto que quiere desarrollar.
Lo que en realidad paso.
Carlos consiguió el terreno, y consiguió un arquitecto que lo asesoro.
Este arquitecto le sugirió una palanca en el ayuntamiento que le va a ayudar a “sacar los permisos” con sobornos, le hizo un proyecto de 8 departamentos que resulto que no era posible de reglamento y quedo en 6 departamentos y “luego” hacer los otros 2 departamentos sin permiso.
Hicieron los planos, y el cálculo estructural, pero en obra al constructor se le ocurrió que estaba muy cargado de acero, que según él, le ponían un “factor de protección”.
Realizaron la obra, se apartaron 2 departamentos con una fecha de compromiso de entrega, se firmaron contratos y posibles multas si no se cumplen las fechas.
No se llevó control de obra, se solicitaron anticipos que nunca se entregaron a los contratistas y de repente el constructor bajo la fuerza de trabajo.
Comenzaron a “terminar” 1 departamento sin tener una sola área común terminada, se agotó el 90 % del presupuesto con un 60 % de avance, el constructor le dio largas, se vencieron las fechas de entrega y se están pagando penalizaciones.
6 meses sin avances de obra, los posibles clientes ven que no hay avance y no se animan a comprar.
Carlos, al ver que no se va a cumplir lo establecido, recurrió a Trignum Arquitectura para que lo asesoremos en cómo puede terminar este proyecto, pero él no puede continuar la construccion hasta que legalmente pueda estar libre.
Así que las multas por incumplimiento siguen llegando y Carlos ahora debe de conseguir ese 30 % de sobre costo para poder salir la obra y esperar que la demanda le resuelva en 1 o 2 años y recuperar algo de lo perdido.
Y Carlos, de poder haber tenido un gran proyecto de inversión, donde pudo haber crecido su capital, ahora está batallando y viviendo la pesadilla de un constructor malo.
Busca un buen Arquitecto
Es por esto que debes de saber muy bien, investigar, preguntar, hacer todo lo posible para asegurarte que la persona que eliges para invertir tu dinero sea una persona honesta y profesional.
Si quieres que tu dinero crezca con inversiones inmobiliarias, comunícate con nosotros y te ayudaremos a volver realidad tu proyecto.
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